De noche
me rodean
el canto de los anfibios
con sus telegramas y mensajes
declarando territorios y dispuestos a conquistar.
Cierro las cortinas del silencio
y con máscara de sueño
me sumerjo en el lago de las ideas
rescatando palabras y pensamientos
de abismales ensueños oceánicos,
de trincheras insondables
usando la húmeda palabra, el verbo acuático.
Así el pensamiento hidraulico
siempre ha estado conmigo
empujandolo todo lo que molesta.
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